Las pruebas y la inspección son partes vitales de la fabricación por contrato de productos electrónicos, por razones obvias. Antes de que ese envío de PCB llegue a su puerta, debe asegurarse de recibir lo que pagó: una placa de circuito completamente funcional y correctamente ensamblada. Una de las pruebas más importantes a las que su fabricante puede someter sus placas para asegurarse de que esto suceda se llama prueba de quemado y podría ahorrarle mucho tiempo, dinero y problemas.

Veamos qué es el burn-in y cómo ayuda a que su empresa tenga productos electrónicos más confiables.

¿QUÉ ES LA PRUEBA DE QUEMADO?

Burn-in es la prueba de componentes en una PCB para descubrir fallas tempranas y establecer la capacidad de carga.

Esto se hace haciendo pasar una fuente de alimentación a través de los componentes electrónicos a una temperatura elevada, a menudo su capacidad máxima especificada. Este proceso se lleva a cabo de forma continua durante 48 a 168 horas, con el objetivo de eliminar cualquier defecto latente provocado por las condiciones de la prueba.

Estos defectos –llamados mortalidad infantil– son malos para los negocios. Los productos electrónicos tienen una mayor tasa de fallas al comienzo de su ciclo de vida , se estabilizan en la mitad y aumentan nuevamente a medida que llegan al final del ciclo de vida. Si un PCB con un fallo de mortalidad infantil como este llegara a formar parte de equipos militares o médicos , podría provocar un fallo potencialmente grave.

Las pruebas de quemado reducen la cantidad de tasas de mortalidad infantil al activarlas a través de esta prueba, lo que da como resultado un lote de productos electrónicos más confiable para el OEM, con la compensación de un rendimiento menor y una vida útil potencialmente reducida del producto. Los datos recopilados a través de este proceso pueden, a su vez, ayudar a los ingenieros a comprender qué causó los defectos y modificar el diseño para mejorar la confiabilidad del producto incluso antes de que se queme.

Si el fabricante contratado somete sus dispositivos electrónicos a pruebas de funcionamiento, asegúrese de que sigan los parámetros especificados . Si la prueba somete los componentes electrónicos a más estrés del que están clasificados, puede agotar innecesariamente su vida útil. Si el proceso de quemado produce pocos o ningún defecto después de las primeras 48 horas, las pruebas se pueden reducir para limitar la tensión ejercida sobre las buenas placas dada la probabilidad de su confiabilidad.

ELIMINAR LOS PROBLEMAS ANTES DE QUE LLEGUEN AL MERCADO

En general, las pruebas de funcionamiento son una de las formas más concretas en que un OEM puede confirmar la confiabilidad de sus componentes electrónicos. Al eliminar la mortalidad infantil, el burn-in reduce la cantidad de productos defectuosos que llegan al mercado y extiende la vida útil promedio de los productos en el proceso.

Burn-in no es la solución definitiva para probar sus dispositivos electrónicos. El fabricante contratado de productos electrónicos debería poder utilizar pruebas e inspecciones adicionales, como:

• AOI
• Radiografía
• sonda voladora
• Funcional
• En circuito

Esto debería garantizar que cuando sus dispositivos electrónicos estén en el campo, serán tan confiables y funcionales como cuando se fabricaron por primera vez